Autotransporte La opinion de FADEEAC fue la base de una nota publicada por El CronistaLa falta de inversión para mantener y reparar las rutas afecta a toda la cadena de abastecimiento y genera demoras.

Luego de un año marcado por el retroceso de la actividad, en 2015 los empresarios del autotransporte buscan construir nuevas posibilidades de crecimiento que le permitan revertir esa situación. Los temas que priorizan la agenda son los incrementos de los costos, el alza inflacionaria y la capacitación de los choferes.

Últimamente , el presidente de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), Daniel Indart, expresó que la entidad elabora un índice mensual de costos, del cual se desprende que en 2014 se alcanzó el mayor incremento desde 2003, que superó el 38 por ciento. Además explicó que esta alza se percibía en un contexto de caída de la actividad, superior al 20 por ciento y una “importante pérdida de rentabilidad que venimos advirtiendo desde mediados del 2013”.

Para el directivo, el problema de la falta de rentabilidad atenta contra el empleo, por lo que las empresas de transporte no realizan nuevas incorporaciones ni se reemplaza personal.

Los índices de inflación también añaden su cuota negativa en este panorama. Para las empresas la matriz de costo representa, entre los salarios y los combustibles, un 72% del total.

Durante la última edición de Expo EFI, en el Hotel Hilton, Indart recordó que “el transporte de cargas por carretera es un aliado estratégico de la economía, de la producción, de la logística y del abastecimiento. Cada una de nuestras actividades, en hogares y oficinas, depende del transporte por carretera. Y no es algo que se haya logrado recientemente. Hace 70 años que se dejó de invertir en ferrocarriles. Hoy recién se está comenzando a trabajar en ese sentido”.

Por otra parte, la profesionalización de la actividad fue ganando terreno en las prioridades de las empresas y de organismos relacionados con el transporte y la seguridad vial. La Fundación para el Transporte (FPT), dictó durante 2014 el Curso Obligatorio de Cargas Generales a 224.504 choferes.

A su vez, desde que Fadeeac inauguró en septiembre de ese año el Centro de Capacitación en Belén de Escobar, provincia de Buenos Aires, se dictaron también los cursos de Chofer Profesional y el de Operador de Autoelevadores.

Las instalaciones en Escobar son una referencia a nivel mundial. Cuentan con 26 hectáreas, una pista de manejo de 1.600 metros, 3.000 metros cuadrados de playa de maniobra, seis simuladores de última generación. Delegaciones de países como Uruguay, Ecuador, Brasil y Perú, ya visitaron el lugar.

Obras

Otro de los problemas que siguen teniendo los transportistas es el de la infraestructura. El titular de Fadeeac reconoció que hubo avances en los últimos años en este aspecto, aunque sigue vigente el alerta sobre el presupuesto exiguo para mantener y reparar las rutas y los caminos construidos.

La actividad del agro conoce bien las consecuencias de ese déficit de obras. Sin embargo, las dificultades no solo se presentan para los productores que deben sacar su mercadería, sino para toda la cadena de abastecimiento, ya que se generan demoras innecesarias.

En paralelo a los problemas de infraestructura, existe el de los deficientes controles de peso, por lo que hay transportistas que salen a las rutas con el doble de tonelaje del que pueden cargar -en general, con áridos y granos-, con el consiguiente resultado de deterioro de las rutas. A eso se suma la falta de una legislación al respecto que establezca una clara relación peso-potencia.

Para el transporte internacional el terreno tampoco es sencillo. En anteriores declaraciones, Indart manifestó que “entre el 50% y 60%” de este tipo de carga “está paralizada y las variables no les permiten llegar a un buen resultado”. También mencionó que hay inconvenientes con las demoras y los engorrosos trámites burocráticos en las fronteras. “Un camión no puede estar dos días demorado en la frontera», aseveró.

Otro punto es el de la piratería del asfalto. Al respecto, los empresarios y especialistas en seguridad -tanto públicos como privados- han reconocido una merma importante en este tipo de delitos, a partir de la creación de fiscalías temáticas en el ámbito de la justicia bonaerense. A esto se puede sumar -como dato disuasivo- el incremento de controles por parte de Afip y otros entes oficiales que, aunque apuntan más hacia lo recaudatorio, afectan el negocio de la piratería.

En el rubro de los electrodomésticos de mediana y alta gama, los planes oficiales de pagos en cuotas y la rotación de modelos ayudaron a esa caída. Hoy no es negocio tener en depósito durante un año una mercadería que tendrá u
n valor mucho menor al sacarla al mercado.

Sin embargo, todos también alertaron sobre la aparición de nuevas modalidades delictivas, como el corte de chasis de camiones, para robar las cajas de seguridad, sin llevarse el vehículo, en especial los que hacen repartos.

Un dato interesante fue el que brindó el comisario inspector de la Policía de la Provincia de Buenos Aires Héctor Ribau, a cargo del Área Piratería del Asfalto, durante la última jornada sobre el tema que se realizó en el auditorio de Fadeeac, convocada por esa entidad y la Asociación de Investigadores Internacionales del Robo Automotor (Iaati).

Ribau se preguntó: “¿Qué pueden robar este año? Si quitamos las mercaderías de alta trazabilidad, los elementos que necesiten registro oficial, nos queda la mercadería no trazable, como cigarrillos, gaseosas, electrodomésticos de bajo costo, telas y la materia prima que, para las pequeñas y medianas empresas, es incontrolable. Elementos con pocos intermediarios y puede surgir un elemento como los combustibles, por la aparición de estaciones de servicio sin los suficientes controles y eso da la posibilidad de que se vendan combustibles robados”.

Fuente: Transporte & Cargo – El Cronista